Huerta urbana en macetas: Entrevista a María Gabriela Escrivá
Por Paula Alvarado
Algunos sabrán que desde hace algún tiempo soy agricultora urbana amateur, con pequeños experimentos en el cultivo de hortalizas (y pronto frutas) en contenedores en mi terraza. Como a un grupo creciente de personas en ciudades alrededor del mundo, el tema de hacer crecer mi propia comida me interesa cada vez más, y siempre ando buscando nuevos consejos y conocimiento sobre buenas prácticas en cultivos en macetas, que es todo un arte aparte.
Fue movida por esa curiosidad que hace algunas semanas compré el libro Huerta orgánica en macetas de la Editorial Albatros. Al leerlo encontré tanta información útil que me pareció interesante hablar con María Gabriela Escrivá, su autora, para saber un poco más sobre su experiencia y compartir algunos consejos para quienes están plantando o con ganas de hacerlo.
BA Inspiration (BAI): ¿Cuál es tu relación con las plantas y la huerta orgánica en macetas, y cómo surgió el libro?
María Gabriela Escrivá (MGE): Mi relación con las plantas es íntima y perpetua, no recuerdo un momento de mi vida en el cual no haya buscado su compañía; y con la huerta en macetas la relación surge a partir de vivir en la ciudad y no disponer de terreno, sino de patio y terraza. Luego, la idea del libro apareció a partir de la demanda por parte de alumnos urbanos en los cursos de huerta orgánica que doy (presenciales como vía web) y de consultas de lectores al correo de la Revista Jardín, dónde escribo la Guía de huerta orgánica.
BAI: ¿Qué idea general quisiste comunicar por medio del mismo?
MGE: El mensaje es que no debemos limitarnos a no producir nuestro alimento ante la falta de suelo. El contacto con las plantas es una necesidad básica del ser humano, refuerza nuestra salud y nuestro bienestar (N. de la R: Hace un tiempo hice una nota en Descubre el verde que -me sorprendió bastante- confirmaba eso) y si a esto le sumamos que podemos consumir lo que crece en nuestras macetas en su punto exacto de maduración, sin tóxicos agregados, los efectos positivos se incrementan.
BAI: ¿Con cuáles plantas recomendarías empezar a alguien que tiene poca o nula experiencia con la huerta en macetas? ¿cuáles son las plantas que tienen mejor rendimiento?
MGE: Para arrancar, recomendaría las plantas de hoja (radicheta, rúcula, lechugas), los rabanitos y las aromáticas. Las que tienen mejor rendimiento son aquellas que demandan menos volumen de sustrato: éstas tienen un rendimiento similar a las producidas a campo. Algunas son la radicheta, rúcula y rabanitos. También las variedades “compactas” de tomates cherry o pequeños ajíes.
BAI: ¿Qué consejos considerás que son los más importantes para un buen cuidado de la huerta en macetas? ¿cuáles son las principales claves?
MGE: Las plantas en macetas dependen casi totalmente de quien las atiende. En general están en lugares más extremos que a campo (expuestas a ráfagas de viento, rodeadas de superficies que refractan calor, y con desarrollo radicular limitado por el contenedor), por lo tanto las claves están en no abandonarlas a su suerte. El secreto está en conocer sus demandas: además de consultar bibliografía e internet, cada planta va a responder de determinada manera dependiendo del contenedor, el lugar y los cuidados que reciba. Por ejemplo, si pretendemos comer jugosos tomates maduros, debemos saber que necesitarán sol, pero también estar atentos al riego, que en contenedores difiere del manejo directamente en el suelo. Estas son plantas con poderosas raíces que naturalmente exploran el suelo buscando la humedad, y en un contenedor están limitadas. Por lo tanto es importante observar que no sufran estrés hídrico. Así, en cada caso.
BAI: ¿Qué le dirías a aquellos que quieren empezar y no se deciden?
MGE: Creo que, como en cualquier nuevo emprendimiento, es importante empezar por metas sencillas y luego volverlas más complejas. Es importante evaluar de qué espacio disponemos y qué nos gusta comer, pero el tener ganas es el principal ingrediente.
BAI: Finalmente, ¿qué hay en tu huerta?
MGE: Todo lo necesario para ensaladas, tartas y tortillas: radichetas, rúculas, lechugas, tetragona, taco de reina, perejiles, cilantro, ciboulette, nirá, acedera, puerros, ajos tiernos, zanahorias baby, hinojo selvatico. Y ahora en verano, cuatro o cinco variedades de tomates, chauchas, frutillas, albahacas, salvias, orégano, tomillos.
Algunos consejos útiles del libro:
- Observá el recorrido del sol y las corrientes de viento en tu espacio a cultivar para ubicar las plantas adecuadamente (las más altas dan sombra a las de hojas, las más fuertes frenan el viento, etc.).
- Las plantas que dan frutos requieren alrededor de seis horas de sol. Las de hojas o raíces, tres (si no, se queman).
- Una de las claves de un buen sustrato es lograr un balance entre aireación y retención de agua. Lo ideal es mezclar componentes orgánicos como el compost con otros minerales como la perlita.
- A diferencia de lo que pensaba, la mejor hora para regar es la mañana, ya que el mediodía es el momento en que las plantas requieren mayor cantidad de agua.
Obviamente los consejos que se publican acá son una mínima parte de los que tiene para ofrecer el libro, que sigo consultando continuamente y recomiendo.
Adicionalmente, en este momento hay en los kioscos de diarios un número especial de la Revista Jardín dedicado a plantas aromáticas en el que Escrivá colaboró, y pueden leer otra nota a ella en el blog de Meraviglia.
Fuente: Nota para BA Inspiration